miércoles, 31 de octubre de 2012

LUJURIA




Esta noche hace frío una especie de frío húmedo, tan húmedo que una ligera niebla se forma a la vista, no me nubla completamente la vista pero aun así da una sensación nostálgica y algo tétrica, no debí quedarme tanto tiempo en la fiesta de Karla, el hecho que sea mi mejor amiga influyo en mi juicio, a pesar de todo fue la fiesta mas épica en la que he estado y a pesar de que quería quedarme mis padres no me lo permitieron, hace algún tiempo ya se les ocurrió proponer  un toque de queda, que yo ya he violado en varias ocasiones, dando como resultado un severo castigo así que  tengo que regresar, las calles a estas horas son muy tétricas y no por lo oscuras o feas porque en si el paisaje de naturaleza muerta me agrada es algo especial, más bien son tétricas por la soledad ni una sola alma, dándome la sensación de indefensa, de abandono de impotencia, no sé si es paranoia pero siento que alguien me sigue que alguien me ve y todavía tengo que agarrar el metro. Al bajar por las escaleras puedo apreciar el grafiti, en ciertas ocasiones pienso que quitando el vandalismo y la suciedad hay verdaderas obras de arte pintadas aquí, ¿Qué fue eso? Fue como si patearan una lata Ahora si no es paranoia esa patada  fue justo detrás de mi estoy segura cada vez escucho mas pasos creo que son dos pero realmente no tengo la certeza, no sé si voltear o solo acelerar el paso, tengo que agarrar el metro pronto, pero no quiero voltear si lo hago y los veo me atacaran es mejor que crean que no se así tengo la oportunidad de huir, un leve chirrido se escucha a lo lejos y lo veo llegar el alivio recorre mi pecho y mi respiración se normaliza, saliendo del metro subo con tranquilidad las escaleras y puedo divisar la avenida de mi casa,  las cuadras para llegar a mi hogar son pocas realmente un callejón y ya, nunca más vuelvo a estar a estas horas en la calle, el susto recorre mi cuerpo y el horror, quiero gritar, pero todo ha pasado ya casi llego.
un guante negro ahoga mi grito mientras, unas manos tocan mi cuerpo, efectivamente me estaban siguiendo, mis ideas no eran tan alocadas ni paranoicas, pero ahora es demasiado tarde, siento una navaja en mi garganta, siento como me quitan mi falda esa que tarde horas en escoger como quisiera haber faltado a la fiesta en este momento, como quisiera nunca haber salido, mi cabeza se sacude, me abofetean y lanzan contra el suelo, uno de ellos me sujeta y el otro se baja los pantalones veo sus rostros, llenos de cinismo y satisfacción, los odio, no puedo imaginarme el castigo que se merecen, no me imagino lo que haría de poder defenderme, de pronto se acerca a mí y siento el dolor más insoportable que jamás haya sentido en mi vida, mientras desgarra mi interior, pone sus manos en mi cuello y presiona cada vez más fuerte, la desesperación me hace tratar de liberarme encajo las uñas en su mano, me agito y de pronto el cínico burlón que me sujeta me da una bofetada pero ya casi no duele, lentamente el dolor se va de mi cuerpo y la sensibilidad, todo se está viendo borroso siento como si volara como si nada importara y ahora todo está negro.
Me siento terriblemente adolorida, no sé que me sucedió,  quiero abrir mis ojos pero casi lo siento imposible, espera ¿cómo llegue aquí? ¿Me desmallaría? Al abrir mis ojos vagamente veo un techo rojo, ciento que estoy en una cama con sabanas satinadas, veo una silueta junto a mí, ¿Dónde diablos estoy?:
-tranquila todo está bien, el momento más trauman te ya paso, tu nueva “vida” ha empezado –se sentó en la esquina de la cama, era un hombre con cabello negro, piel clara y ojos negros y profundos con una sonrisa blanca, puso su mano en mi frente—todo será mejor de ahora en adelante—
Rápidamente me quite la mano, y me levante para tratar de huir, al ir a la puerta choque con otro hombre, un poco más alto, con cabello castaño y ojos verdes, que me sostuvo en el acto:
--hey hey primor adonde crees que vas—trato  de golpearlo pero él es demasiado fuerte, me regresa a la cama de un empujón.
--mira se que lo que te hicieron esos hombres estuvo muy mal pero, todos tenemos nuestros antecedentes y según lo veo tienes la marca roja, así que tú debes de ser nuestra lujuria—no comprendo digo como es eso que su nueva lujuria, de qué diablos me está hablando, escuche unos tacones y una mujer alta (por los tacones supongo) con el cabello chino pero alborotado, castaño, con ojos verdes y un labial rojo, se acerco y dijo:
No seas tan idiota, no le digas así,--volteo y al verme dijo con una voz más delicada— ¿cuál es tu nombre? Cariño—yo me sentí más tranquila al escucharla mi voz estaba débil me dolía terrible la garganta pero aun así pude responder—Vanesa--
-- mi nombre es Helena, por aquí me conocen como envidia pero tú puedes decirme hela—se giro y se sentó junto a mi—mira cariño, la vida no es justa y es por eso que tu estas aquí, al parecer moriste por un pecado que no cometiste, fuiste violada y luego asfixiada, Oscar y yo estábamos caminando por la avenida primero de mayo cuando escuchamos el alboroto nos acercamos, encontramos tu cuerpo revisamos para ver si te podíamos ayudar pero era demasiado tarde y de pura suerte logramos ver que tenias la marca de la lujuria en tu pecho, así que te trajimos aquí, eso quiere decir que la muerte te ofrece una segunda oportunidad, todos aquí morimos por algo que no cometimos o por un simple error, pero al estar aquí “vivos” ni tanto verdad porque, no tenemos pulso, ni respiramos, somos como muertos-vivos hace tiempo descubrimos que si encontrábamos a alguien que simbolizara el pecado por el que morimos, alguien que realmente este envuelto en ese pecado, el tomaría nuestro lugar y nosotros podríamos descansar claro yo llevo algunos años tratando de encontrar a esa persona pero no hay que perder la esperanza que el descanso esta a la espera. Ahora ponte en pie sé que es difícil digerir toda esta información trágica pero, necesitamos que te aclimates pues yo sé quiénes te hicieron esto y se donde los puedes encontrar y si tenemos suerte podrás no solo cobrar tu venganza sino también hay grandes probabilidades de que ellos te den el paso al descanso eterno.
Tan rápido como me lo dijo me levante de un solo golpe sin batallar la ira me consumía así que nos pusimos en marcha hacia unos departamentos de mala muerte, estoy segura que, ellos estaban aquí no sé cómo, pero lo sé, es una sensación en mi corazón, como una opresión en el pecho, cuando entramos, las paredes agrietadas y las cucarachas en el suelo no me distraen yo busco solo una cosa y es venganza, llegamos al cuarto 12, Helena se puso de rodillas, saco de su abrigo unos pequeños instrumentos introdujo unas piezas de metal las giro y forzó la puerta:
--entra y destrúyelos—me dio una pequeña navaja-- tú ahora no puedes morir, tú no estás indefensa—
En una circunstancia normal yo no lo habría hecho la simple idea de causar ese estilo de daño a un ser vivo es algo que me destrozaría, pero ahora estaba segada por la ira, entre cautelosamente y en esa asquerosa cocina, estaba el que me asfixio y violo, comiéndose un sándwich como si nada malo hubiera pasado, el me vio y se puso pálido, me le abalance y forcejeamos pero él es más fuerte claro todo está en su gordura me golpeo en el estomago y me logro quitar la navaja:
Con que quieres más cariño, ramera—logro inmovilizarme, sentir su horrible barbilla entre mis pechos raspando, su lengua era simplemente asqueroso, yo necesitaba destruirlo, matarlo pero él era demasiado fuerte, pero bajo la mesa estaba, un  tenedor sucio, con tierra, era perfecto, el asqueroso tipo se empezó a quitar el pantalón y yo ya no tenía miedo con la mano que no me pudo sostener agarre el tenedor y se lo encaje en el ojo, le di una media vuelta y sentí como se desprendía internamente y solo lo jale el hueco en su rostro ensangrentado me dio una satisfacción increíble, le quite el cinto en lo que él se trataba de incorporar, le amarre las manos y las piernas, como el cerdo que es, se escucho que alguien se acercaba de la habitación despertado por los gritos, entre  pánico no sabía qué hacer, no podría vencerlos a ambos abrí la puerta bajo el fregador y encontré un martillo bastante grande era perfecto para impartir justicia, me coloque al filo de la puerta esperando que el sonriente amigo de mi violador entrara sé que es el, hay algo en mi que lo dice, el entro, sonriente como siempre y le encaje el martillo en su brillante sonrisa, un sonido terrible se desprendió cuando le rompí los dientes, un sonido espantoso era como un rechinido como uñas en el pizarrón algo así no se que era solo sé que me dio una paz que nunca había sentido, el calló inmediatamente en el suelo, lo amarre con su cinturón con la parte de atrás del martillo lo apoye en la mandíbula puse mi pie en su pecho y con toda mi fuerza jale hasta arrancarle la mandíbula, una ira que no logro entender me invadió, fui a la cocina y agarre el cuchillo más grande que encontré, luego le hable a helena que entro y vio lo que hice:
--¿como te sientes cariño? ¿Mejor?—
--esto no me devolvió mi vida, pero al menos tendré mi venganza, pero ¿Cómo cambio mi alma por la de ellos?—
--pues cuando toques su frente y tu corazón empiece a latir el de ellos se detendrá y tan solo con darle un beso su alma será intercambiada—
Me acerque, pero ni uno de sus corazones hacia el mío latir—Helena, ¿Por qué no siento nada, ni latido, ni pulso y ellos siguen vivos—ella se acerco, y puso su mano en el corazón de uno de esos puercos,--creo que ellos no son victimas tuyas, pero no lo dejes impune, destrózalos—era como si me hubieran dado luz verde, no pude resistirme, saque el cuchillo y les hice una cortada en la espalda los abrí lentamente, prendí la estufa y había unas varillas cortadas en el piso, las tome las calenté y se las encaje en la espalda mientras les susurraba en los oídos:
--sienten ese ardor en las entrañas, pues ese mismo ardor sentí yo, sientan como les quema el interior, sientan como se les apaga la vida—
Salí de la habitación con mis manos llenas de sangre, helena  no estaba, solo una nota con una letra cursiva muy estética, que decía te veo en la azotea, gire y los vi agonizando, simplemente ya no lo tolere me causaron una repulsión tal casi  a vomitar, subí las escaleras sabia que ella me estaría esperando, además yo necesitaba aire, al abrir la puerta ella estaba ahí en la cornisa del edificio contemplando la ciudad y la hermosa luna llena que le alumbraba, me acerqué en silencio y me senté junto a ella y con una voz quebradiza le pregunte:
¿Cómo? ¿Cómo es que sucedió helena?
Pude sentir como su rostro cambio, y un nudo en su garganta se formo, su sonrisa se había difuminado en un velo de malestar.
--bueno, no es un cuento de hadas pero conforme creces comprendes que no hay tales, no hay finales felices, no hay príncipes ni castillos enormes. Yo era comprensiblemente feliz, y aun así la muerte injusta vino a mí, sin que yo lo pidiera, sin que yo lo deseara, aunque debo admitir yo no estaba aprovechando mi vida yo simplemente la desperdiciaba por un capricho, veras yo era casada, pero no podía tener hijos a pesar de estar en la flor de mi juventud y aun así estaba estancada en un amor semimarchito, también sabía que él me era infiel pero eso no me importaba pues yo tampoco lo amaba, yo solo quería tener una vida cómoda, vivir la buena vida hubo veces que quería engañarlo pero no, no me rebajaría a su nivel además el amor no era mi prioridad, con el tiempo me di cuenta que ella se estaba enojando con él, el ya casi no salía a verla y me hablaba mas. Casi podía jurar que él quería reintentarlo, salvar nuestro matrimonio de las cenizas, hasta adoptar pues el tema surgió varias ocasiones,  y luego comenzó todo, las amenazas y la sensación de acoso, esa paranoia que sientes de que alguien te sigue pero, que no puedes comprender, pero está ahí estrujando tu confianza desgarrando tu seguridad, un día llegue a la casa y lo vi era mi esposo amarrado a una silla y ella la otra al parecer quería ser la esposa la única ella me tenia mas celos a mí que los que yo le debería tener, y me di cuenta de lo patética que era ella, ilusa si pensaba que mi  marido me dejaría a mi por ella, claro que no, a mi esposo le importaban demasiado las apariencias. Trate enserio trate de razonar con ella pero no quiso ella estaba demasiado alterada no tengo idea de cómo sometió a mi ex esposo pero ya no importaba y entonces se acerco a mí y disparo justo en el corazón, luego lo mato, y se fue. Cuando abrí los ojos, estaba en la habitación de enseguida de tu cuarto un cuarto verde, me dijeron que había muerto por envidia que no me correspondía y que estaba destinada a vagar por la tierra que yo estaba maldita como ellos y que no lograría descansar hasta resolver mi situación, hace de eso ya 50 años y mírame sigo de 24 todavía, joven y hermosa cada 10 años  nos mudamos por aquello de las sospechas porque créeme la gente es muy fisgona y si tu no cambias en 10 años se harán preguntas.
Al terminar de escuchar su historia lo comprendí todo, yo era lujuria asesinada de una forma tan brutal y cruel que necesitaba descargar mi ira con víctimas no tan inocentes pues ese sería mi destino de vuelta a la casa, me decidí a explorarla al entrar hay una habitación pequeña, un teléfono y un sillón azul rey circular a la derecha de la sala luego el comedor y cocina lo habitual pero a la izquierda hay un pasillo-galería largo y al final 7 puertas, azul, roja, verde, rosa, amarilla, morada y la ultima es naranja.
En la azul duerme Edgar el murió en un accidente el que lo choco le dio bastante flojera llevarse las cadenas algo que habitualmente no representaría ningún inconveniente a menos que nieve y nevó así que lo choco el accidente fue inevitable, en la roja yo y la verde helena, en la rosa no había nadie y en la amarilla dormía Oscar victima de un robo a un banco, la morada y la naranja estaban  vacías. Ellos  son mi familia ahora ellos son todo lo que tengo ahora, supongo.
Han pasado 5 años desde que fallecí desde entonces  mi “vida” entera cambio, trabajo como mesera en un café bohemio tengo una perspectiva diferente, incluso tengo novio es extraño como llegue a esto pero él es el amor de mi vida, helena es como mi hermana mayor es muy sobre protectora suele decirme que nosotras no podemos enamorarnos pero creo que aunque mi corazón no palpite si siente, aunque pensándolo el pobre de Edgar el realmente no se puede enamorar pues él era donador de órganos, y se los extirparon pero de ahí en fuera soy totalmente capaz de hacerlo, desde que lo conocí mi vida cambio se que todo estará mejor hemos salido por 2 años y será nuestra primera vez el miedo y la emoción no caben dentro de mí la catarsis de mi muerte ha desaparecido.
Al entrar a su casa, nos dirigimos directamente hacia su habitación y después de un rato de escuchar música comenzó a besarme y justo cuando mi corazón iba a explotar sentí su corazón y su alma, sentí como podía quitárselas, como así de simple arrancarle la vida, me detuve en el acto me aleje con una expresión de susto y el solo pregunto.
-¿hice algo mal?-
Me aleje un poco tome mi abrigo
-disculpa no puedo yo… no puedo- fue todo lo que le pude decir.
Eso solo quiere decir que para sacarle a alguien el alma y por fin poder descansar necesito enamorarlo, es algo cruel y difícil muchos no lo pensarían y se llevarían el alma de él, pero yo no puedo pues yo le amo, y prefiero vagar una eternidad que lastimarlo, realmente necesito que sea a alguien más, no se escucha fácil y realmente no lo será, si Raúl me ama tendré que alejarlo de mi, la presencia de nuestro amor no me dejara actuar el necesita una mujer que lo ame y que le pueda dar hijos que su corazón palpite por lo tanto lo tendré que alejar de mi, pero no tengo el corazón para cortar con él, no tengo el corazón para decírselo ni la fuerza, le escribirá una carta cobarde, llena de mentiras pues si tan solo veo sus ojos me derrumbare me retractare y sucumbiré a sus ojos.
Al llegar a mi casa, escribí mi cobarde carta, diciéndole que yo era incapaz de seguir con esto que amaba a otro, todas y cada una de las cobardes excusas que me pude imaginar selle el sobre y se lo envié con helena.
Han pasado unos 2 años y mi vida ha llegado a un punto de quiebre lo extraño como a nadie, pienso en él  a cada segundo y siento como mi corazón se desgarra, pero sé que mi presencia lo lastimara, lo matara, lo destruirá, helena es mi único consuelo, yo le cuento todo absolutamente todo, se ha llegado a convertir en parte primordial de mi vida, a veces siento algo de recelo de parte de la pero la considero mi hermana y pienso que es algo normal entre hermanos aunque quien sabe realmente yo nunca he tenido hermanos, ayer me conto que lo vio caminar cerca de la cafetería donde me conoció al escuchar estas palabras mi corazón se desgarro, podía sentir la hemorragia, llenando de dolor mi interior, pero todo radica en mi mente y mi corazón, a veces la indiferencia, es la única salvación, lástima que no tengo ese talento, a pesar que lo necesite tanto. Al día siguiente, me levante como siempre, igual o peor de adolorida, trabajo en las mañanas y suelo dormir toda la tarde, eran alrededor de las 8pm, empecé mi día y pude divisar, un pequeño sobre verde en mi mesita de café al abrirlo era una carta de helena.

                                                              ----------------

Para mi querida lujuria

Lamento decírtelo de esta forma, pero es algo que he planeado desde que la posibilidad se planteo, no soy la persona que creías ni en quien confiabas, a lo largo de estos años, he sembrado los celos en tu antiguo amado, he tomado fotos de ti saliendo con tus intentos de víctima, y hoy por fin puedo sentir como la envidia a sacado frutos, y cosechare lo que tanto anhelo
Paz, esta noche me llevare su alma, justo enfrente de la cafetería donde tu solías verle y acabare con mi agonía y la suya.

                                                          Atte.: HELENA

Me traicióno!!! Helena me engaño, saco ventaja de mi situación, ella pagara me las pagara, ella no puede… ella no podrá lastimarlo. Mi respiración agitada nada se interpone nunca había corrido así, el ardor en mi pecho no importaba era como si fuego saliera de mi pecho atravesé el parque esa fría noche de diciembre, mientras lentamente empezaba a nevar y la neblina difuminaba los arboles, esa neblina que me recordó la noche de mi muerte, al llegar a la cafetería los vi besándose mientras ella colocaba su mano en su frente vi como una luz se iba de él, ella brillaba, me acerque tan rápido como pude pero solo logre verlo caer, muerto, inmóvil, yo lo había amado, y todo eso había terminado en un disparo de tiempo, voltee a ver a helena ella me sonrió y simplemente se desvaneció en un polvo verde, ella tomo su alma ella es libre ella me lo arrebato, y yo solo lo perdí.

No hay comentarios:

Publicar un comentario