de cierto lapislázuli paredes opacas,
iluminadas por una ciega luz,
por un tragaluz de aperturas largas,
húmeda atmósfera similar a Veracruz,
te he seguido como ciervo devoto,
fuera de la playa ¿donde? lo ignoro,
tan solo verte me ha bastado,
para reconocer tu rastro en mi pasado
tu invitación, ¿al paraíso o el infierno?,
una puerta, un acceso directo al misterio.
todo en un cuarto de hotel austero,
bañado de un leve azul por las ventanas,
su silueta, recostada, mensaje sincero,
de una pasión, consumida en las mismas flamas.
piel canela, sabor caramelo,
candor que con éxtasis culmina.
ella... espectáculo de lujuria divina,
suave al tacto a mis ganas consuelo,
el destello cínico matutino,
mensajero sutil de mi lucidez,
mostrando su rastro divino,
solo era una noche de jerez.
conocí el amor esa velada
y así como llego ligero,
me dejo herido al alborada,
amor puro... tal vez sincero.
ninfa del mar, mi amor preciado,
me dejaste sediento de tu esencia,
sin evidencia de tu existencia,
tu mi amor de paso, tu la mujer que he amado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario