Egoísta te creé por mi simple vanidad,
Al final la vanidad
no es más que dolo.
El individuo no es para estar solo,
La naturaleza me exige
comunidad,
Amolde mis deseos en cálido marfil,
Como alguna vez el soberbio dédalo,
Te mire desde aquel pedestal infantil,
Me juzgaste por mi cinismo anómalo.
Tener compañía parecía tan vital,
Desde tu pedestal con tu corazón estil,
El espejismo artero se
percibía real.
Ascendiste como sol de manera sutil,
No te alcance mas, era yo muy terrenal,
Te dejó en libertad Adonis de marfil.
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